Vuela
Una mañana emprendió el vuelo,
su piel de loba aulló
dando paso a sus delicadas alas
ligeras, mágicas, efímeras.
Su alma y sus instintos se aunaron,
al ver que aquellas cigarras que en tantas ocasiones ,
ponían música a sus días;
Se habían contagiado de su brillo.
Feliz por ellas
no supo explicarles …
Que no podían hacer suyo su camino,
no debían querer ser como otros.
Tenían que encontrar sus alas
en otro lugar.
No podían afrontar la vida
teniendo como referencia experiencias
que ellas mismas no habían vivido.
No podían comprender el dolor, las heridas
que ellas mismas no habían sentido.
Alegre de haber animado a esas compañeras de vida.
Se marchó en silencio,
sin despedirse
Sabía que sus caminos volverían a cruzarse
pero su música tendría un color distinto.
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