En el cajón del olvido.
no sé si tendrá sentido,
al menos para mi lo tiene.
Como un manantial que fluye con fuerza,
arrastrando los sedimentos depositados desde hace décadas en sus cuencas.
Para permitir que otros nuevos ocupen su lugar.
Dejando escapar ...
para renovar,
revivir
y continuar con su ciclo vital.
Puede que suene como un caja de música estropeada,
por el paso del tiempo
Pero allá va...
EL amor es como la vida
un laberinto con dos salidas
por un lado la muerte y por otro la vita.
Éramos como dos presos,
cuyo única ilusión era ver el sol;
nosotros éramos nuestro propio sol.
¿Qué nos ha pasado?
Es como si ya no fuese feliz
como si se le hubiera olvidado sonreír
como si una rosa llena de vida
la hubieran arrancado de su gran rosal,
condenándole a vivir en un vaso de agua.
Y recuerda:
Aunque digan que el amor,
es una reacción química
es bonito estar enamorado,
sentirse especial aunque sólo sea por un tiempo,
que tu mundo sea a la persona que amas.
Y que los dos seáis uno.
Es lo que mueve tu corazón,
si no está tu vida se marchita,
como una rosa sin agua,
vives por el y con el,
en fin...
formáis parte el uno del otro.
El amor es una exhalación de oxígeno en esta vida,
corto pero intenso.
En este mundo de locos,
yo soy una persona con ganas de vivir la vida.
Por ello sufro las consecuencias de esta sociedad.
Te escribo estas palabras...
porque quizá sea hora de olvidar.
Que después de todo...
Tu me hiciste recordar
que aún quedan esperanzas,
que mi corazón todavía se podía recuperar.
Gracias.
Caminas por la vida como un leve susurro,
en este silencio sepulcral,
gritas pidiendo libertad
porque sólo tú...
Puedes hacerte notar.
En estas fechas señaladas...
Comenzamos a recordar,
cosas que con el tiempo,
nos darán que pensar.
Y en un punto de nuestra vida,
nos harán reflexionar
vivencias con las que aprendimos a caminar.
Con las que durante toda tu existencia convivirás.
Con las que recordamos a las personas...
que nos ayudaron a no tropezar.
La vida un paisaje gris,
un instante de tiempo.
En el que cada reloj carga con su saco.
Con el tiempo perdido y el que cree aprovechado,
respirando el único subsidio;
el tiempo que le queda por vivir.
Vivo en la ciudad del silencio,
donde nadie parece consciente de lo sucedido.
Todos callan lo sufrido.
Y es en esto en lo que quisiera incidir...
¿Qué pensamos de nuestra manera de vivir?
¿Deseamos continuar viviendo así?
Muchas de estas cosas no reflejan mi pensamiento actual, o no lo hacen con exactitud,
pero si muestran experiencias en la memoria de esta corriente de agua que no deja de fluir
y desde luego lo que hicieron que este manantial de vida fuera tan salvaje.
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