Esa melena...
Dormir acariciando la melena de la noche. Me parece mentira...
Después de tanto tiempo soñando,
con mi musa despistada.
Por fin, me dejó mecerla en mi regazo,
acariciando su piel;
como un destello a la luz de la luna.
Mientras observa con su mirada inocente, como los árboles beben del riachuelo.
Dibuja una sonrisa al vislumbrar a sus amadas libélulas.
Sin saber que también la dibujó en mi alma.
Dormir acariciando la melena de la noche.
Esa melena...
Ahora ya crecida.
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