Me desperté pensando
Esta mañana al levantarme de la cama,
sentí como una leve brisa,
destapaba la caja de mis recuerdos;
dejando a su paso un dulce olor.
No importaba lo que recordase
porque todo me dejaba buen sabor.
Hoy los malos recuerdos
se quedaron enterrados,
nos les dio tiempo a escapar.
Pese a que los tropiezos son sabios,
debemos quedarnos con el dulce en los labios.
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